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Escala a la luna

  ESCALA A LA LUNA

Mamá, mamá, mira que bella está la luna .
Si, hija . Brilla como la plata
Mamá, ¿ que necesito para subir a verla?
Hija, hasta ahora solo han llegado unos astronautas. Lo han hecho en un cohete.
Pero mamá, a mi me da miedo subir en uno de esos cohetes.

La discusión se fué alargando, tanto como el paseo en una noche de luna llena, junto al mar.

La niña se fué a dormir. Entre sueños se vió tomando una escalera muy larga para alcanzar a la luna. Llegó, y vió el mundo a sus pies, e incluso reconoció a sus amigos jugando en el parque. Intentó llamarlos, pero la voz no le salia clara. Quiso jugar con la luna, pero esta no le dejó.
Cuando despertó por la mañana, comprobó que todo habia sido un sueño.

Por eso con el tiempo y siendo mayor, he llevado el sueño a esta escultura. He visto el laberinto, el hueco que dejó en mi alma el que no fuera una realidad. Toda esa amalgama de mi imaginación infantil, he querido que cupiese dentro

La he realizado en madera de abeto. Le he puesto la escala. y he dejado en su sitio a la luna, no está puesta, es de la misma madera.
A veces, los sueños se hacen realidad.

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